Declaración
Universal de los Derechos del Capital
10/12/2003
Hendrik Vaneeckhaute
Todo Capital nace libre e igual en perversidad y derechos, dotado como está de poder.
Todo Capital tiene los derechos y libertades proclamadas en esta Declaración, sin distinción ninguna de su origen.
Todo Capital tiene derecho a ser utilizado de la forma que sea, el derecho a la libertad y a la seguridad de su beneficio.
Ningún Capital será sometido a la distribución igual y los impuestos están prohibidos en todas sus formas.
Ningún Capital será sometido al uso obligatorio por razones sociales y humanas.
Todo Capital tiene derecho a ser reconocido y utilizado en todas partes.
Todo Capital tiene derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación frente a los derechos de los Seres Humanos.
Todo Capital tiene derecho a esconderse en cualquier banco, que le ampare contra actos que violan sus derechos fundamentales.
Ningún Capital será sometido al control popular.
Todo Capital tiene derecho a corromper, a la acumulación y a los intereses.
Ningún Capital será condenado por los efectos causados por su uso especulativo.
Ningún Capital será objeto de ingerencias en su uso privado, ni de ataques a su honra o a su reputación. Todo Capital puede ser guardado bajo secreto bancario.
Todo Capital tiene derecho a circular libremente, a elegir su inversión en y sacar beneficio de cualquier actividad del Ser Humano.
Todo Capital, incluido los beneficios, tiene derecho a fugarse de cualquier estado.
En caso de persecución, todo Capital tiene derecho a buscar asilo en un Paraíso Fiscal.
Este derecho no podrá ser limitado por una acción jurídica por delitos cometidos por las Multinacionales.
Todo Capital tiene derecho a convertirse en
Dólares.
La explotación es el uso natural de cada Capital.
Sólo mediante la libre circulación se podrá maximizar su beneficio.
Todo Capital tiene derecho a ser propiedad personal.
Ningún Capital será privado de su propietario.
Todo Capital tiene derecho a expresarse en beneficios privados, obtenidos por la prestación de los servicios básicos.
Todo Capital tiene derecho a ser utilizado
para lo que sea, este derecho incluye el no ser molestado en su flujo y el uso
sin limitación de fronteras.
Todo Capital tiene derecho a acumularse, sin límite alguno.
Ningún Capital puede ser obligado a pertenecer a un Ser Humano.
La voluntad del Capital es la base de la autoridad.
Todo Capital tiene derecho a obtener, mediante el esfuerzo del BM y del FMI, todos los recursos de cada Estado; y a satisfacción de los derechos de los propietarios, indispensables a su riqueza y por encima de la dignidad humana.
Todo Capital tiene derecho a corromper un gobierno y a fundar consorcios para la defensa de sus intereses.
Todo Capital tiene derecho a ser utilizado como préstamo y a los intereses periódicamente pagados.
Todo Capital, legalmente o ilegalmente otorgado como préstamo, tiene derecho a ser exigido.
El pago de los intereses tendrá por objeto el
pleno desarrollo de la perversidad humana y el fortalecimiento del poder;
favorecerá la pobreza, la represión y la enemistad entre todas las naciones y
todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las
actividades de las Multinacionales para el mantenimiento de la guerra.
Todo Capital tiene derecho a participar en la vida de cada Comunidad y a gozar de la explotación del Ser Humano.
Todo Capital tiene derecho a la protección contra su uso por motivos morales y a gozar de los beneficios que le corresponde por razón de la destrucción científica, literaria o artística de que sea autora.
Todo Capital tiene derecho a que se establezca un orden monetario internacional en el que los derechos y libertades proclamadas en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Ningún Capital tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo así puede desarrollar libre y plenamente su explotación.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, todo Capital estará solamente sujeto a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el mayor beneficio posible.
Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos e intereses de las Multinacionales.
Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.